La carne turca es también conocida como carne de kebab. Es el producto con procedencia turca más conocido mundialmente, se dice que gracias a los turcos que emigraron a Alemania y empezaron a cocinar de esa forma tan particular, y a colocar la carne asada en bocadillos con pan de pita o tortillas de maíz enrolladas, lo que se conoce como durum.
La forma de hacer la carne es simplemente aliñarla con una combinancion de especias turcas, y pincharla en una barra de aluminio de forma vertical, dándole una forma como de una gran bola de carne que se coloca en las máquinas de asar y se va cocinando lentamente al darle vueltas sobre sí misma.
Por qué se ha hecho tan famosa la carne turca de kebab
Según se dice, fueron los emigrantes turcos que residían en Alemania los que propiciaron la rápida propagación de esta forma de hacer la carne. Alrededor de todos los países del mar Mediterráneo, era bastante conocido la forma de cocinar la carne pinchada en una barra de acero o aluminio, que se conoce como kebab, asándola al dar vueltas sobre sí misma.
Sin embargo, la innovación de los emigrantes turcos fué meter esa carne asada especiada en un bocadillo con pan de pita, junto con algunas verduras y salsa blanca de yogurt. Este bocadillo empezó a extenderse rápidamente pues era una nueva forma de comer en la calle, de forma rápida y económica, y era una buena alternativa a otras formas de comida rápida como las hamburguesas o las pizzas.
Otra vuelta de tuerca más: la carne turca asada
Ha sido la consecuencia lógica de un éxito tan grande como la carne de kebab. Muchos consumidores buscaban una manera de hacerse un bocadillo de kebab en su casa, y usando la moderna tecnología de la conservación con gas inerte y una correcta gestión de la temperatura, se consiguió que la carne turca asada se pudiera envasar y conservar durante casi 30 días en un frigorífico.
Con esta forma de conservarla y venderla, la carne de kebab asada puede llegar a cualquier rincón, sin la necesidad de disponer de un asador vertical para pinchos de kebab. Tan sólo se coge la cantidad de carne que se quiera consumir, se calienta en una sartén o microondas, y está lista para meterla en el bocadillo de pan de pita, el rollo de pan durum o añadirla a ensaladas y otros platos.